Entrañable, brillante, enriquecedor. El "Primer Encuentro Literario de escritores y escritoras de Valderrobres" ha supuesto para mí -y para mi novela- una experiencia fabulosa.
No me canso de agradecer la invitación de sus anfitriones y la consiguiente confianza que depositaron en ambas.
Del evento se han hecho eco diversos medios, sin embargo, no es la primera vez que "La casa de las glicinias" y su escritora -la misma que firma este blog- protagonizamos una modesta e ilusionante mención.
Fue Clara Montesinos, creadora de opinión y referente en la comunicación social, la primera en dejar por escrito su parecer.
Dos siguientes referencias llegaron desde el Alto Palancia. Mi comarca de origen habla así de la novela y de su andadura por los pueblos en los que sigue instalada mi infancia.
Además, la Televisión de la zona también nos dedicó un espacio. ¡Gracias, de corazón!
Tras una intensa travesía que del Palancia saltó a la provincia de Valencia y de allí a la de Alicante, la entrañable invitación de "La Librería de Ángela", nos llevó hasta Benavente, donde nos acogieron con el mimo de quien ama los libros y defiende la lectura.
De esa visita se hizo eco la prensa de Zamora.
A continuación, en varias presentaciones, se tomó nota de "La casa de las glicinias". Así hablaban de ella en la afamada Librería Argot, de Castellón.
Y, en forma de uno de esos regalos del destino, quiso la vida que tropezarse con la mágica Librería Letras, de Ávila, gracias a la cual, "La casa de las glicinias" llegó de mi mano al Palacio Caprotti.
Un instante tan increíble que los periódicos de la zona recogieron su crónica.
Así llegaron otros momentos inolvidables. Como la nueva iniciativa cultural que presentó el pueblo de Torás: "Victoria Daboise amadrina un moderno proyecto para el fomento de la Cultura en zonas rurales".
Mención a parte merecen la preciosas palabras que la prescritora "Gemma, entre lecturas" le dedicó a "La casa de las glicinias" en su espacio lector. Gracias, muchas gracias.
Amaneció, por fin, mi enredadera, en tierras del Matarraña, gracias a la pasión por los libros de una persona irrepetible, María Dolores Hoyo, y su Asociación de Amigos de la Lectura de Valderrobres.
Dos medios recrearon este literario encuentro de escritores y escritoras. Un artículo y una reseña que perpetúan el ambiente cultural de unos días memorables.
Llegarán nuevos retos -por la ventana asoman ya- y me encantará que siempre esté ahí quien, con su relato, de fe de lo ocurrido.
Agradecida a todas y todos los que, sombre mi novela y mi persona, habéis puesto luz y taquígrafos.
Os prometo que se avecinan nuevas citas que será muy interesante narrar.
(Como no podía ser de otra forma, imagen tomada durante la sesión de fotografías realizada por Gloria Ochoa).
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